La lucha de Brisa de Angulo: Justicia tras una violación

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UNA BRISA DE ALIVIO


Por primera vez en la historia la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) calificó el incesto como un delito en una sentencia que implica un cambio sustancial respecto a esta violación de los derechos de la infancia. 
La sentencia elimina la prescripción en los delitos de violación. Desde el 8 de marzo de 2022 al presente, es el principal logro latinoamericano en materia de defensa de los DH de la mujer, que puede incluso incidir en la jurisprudencia europea. No es poco cuando el secretario general de la ONU Antonio Guterres en una declaración por el Día Internacional de la Mujer de este 8 de marzo 2023, alerta que en todo el mundo «los avances logrados en los derechos de las mujeres se están desvaneciendo ante nuestros ojos», y que según las previsiones más recientes, al ritmo actual, faltan aún 300 años más para alcanzar la plena igualdad de género.
Asimismo, la Corte IDH en su pronunciamiento del 13 de enero de 2023, en que condena al Estado de Bolivia, introduce importantes cambios respecto al consentimiento.
La sentencia aplica al caso de una mujer colombiana que creció en Bolivia, Brisa de Angulo Losada (37), quien a los 15 años fue violada por un primo suyo de 26 años. El agresor abusó de ella y de sus hermanitas más pequeñas durante ocho meses. 
Brisa, tras dos intentos de suicidio, denunció el hecho en 2002 —cuando contaba 16 años— pero no fue escuchada por los familiares, salvo por sus padres, y debió afrontar una larga serie de revictimizaciones y agresiones generadas por decenas de sus parientes que se abroquelaron en la defensa del agresor, hoy protegido por una iglesia cristiana de Bogotá, donde trabaja en relación directa con niños, según la denuncia de su víctima. El hombre identificado como Eduardo Gutiérrez, ha modificado su nombre por el de Lalo Levi, ha sido requerido por Interpol.
Según el dictamen de la Corte, emitido por unanimidad, Bolivia incumplió su obligación de «garantizar, sin discriminación por motivos de género, así como por la condición de niña de la víctima, el derecho de acceso a la Justicia» y consideró al Estado boliviano «responsable por la violación de los derechos a la integridad personal, a las garantías judiciales, a la vida privada y familiar, a los derechos de la niñez y la protección judicial».
La Corte IDH, presidida por el uruguayo Ricardo Pérez Manrique, dictaminó que el Estado de Bolivia causó revictimización de la niña abusada en virtud de los procedimientos seguidos tanto por los operadores judiciales, como por los servicios de salud y policiales, que en la sentencia se caracterizó como «un sufrimiento adicional a la violencia sexual y psicológica de los cuales [Brisa] fue víctima ».
Brisa quien debió apelar tres veces para conseguir este fallo y reside escondida fuera de su país, tiene una maestría en Psicología y un doctorado en Derecho desde donde propuso su caso ante la Corte IDH, ha renunciado a una compensación económica tal como lo solicitó en su demanda ante el organismo regional.
La Corte IDH sanciona a Bolivia obligándole a publicar la sentencia en varios medios de comunicación y a realizar «un acto público de reconocimiento de su responsabilidad internacional», en el que conste el «compromiso de desarrollar una estrategia nacional integral, holística y transformadora», que apunte a la prevención ya la respuesta adecuada desde el Estado ante la violencia sexual contra niñas y adolescentes, con especial énfasis en el incesto.
Bárbara Jiménez Santiago, abogada de Brisa ante la CIDH, en declaraciones a la emisora La W de Bogotá, ha destacado que «el enfoque de la CIDH es muy de avanzada», desde que «se elimina la prescripción en hechos de violación», y agregó que será «una responsabilidad legal de todos los Estado parte de la Convención [Interamericana de Derechos Humanos] ajustar sus leyes, sus protocolos, programas y políticas de prevención, al fallo decidido en enero 2023 por la Corte IDH».
Lo nuevo del fallo consiste en que una Corte determina que existe violencia institucional, que deba haber campañas de difusión que contrarresten la cultura respecto al incesto y al consentimiento.
La sentencia histórica tiene lugar en momentos en que «hay 21 países en la región que estudian modificaciones a las leyes que no protegen a menores entre 14 y 17 años, por lo que esta sentencia de la Corte IDH exige que se deba repensar los acuerdos internacionales suscritos por los Estados integrantes de la OEA», sostuvo la abogada defensora de Brisa.
Jiménez Santiago, integrante de Equality Now (Igualdad ahora) admitió que es necesario adecuar los protocolos para que la nueva normativa sea efectivamente aplicada, pero subrayó el veredicto de la Corte IDH como «un fallo histórico y muy potente que hace años se está reclamando. Estamos hablando de años y años de cultura del silencio del incesto, de violencia sexual en entornos familiares, y está tan impregnado en nuestra sociedad que cuando una víctima habla no le creen».
Consentimento. En los casos de violación, sostiene Jiménez Santiago, la sentencia innova al cambiar el enfoque orientado al uso de la fuerza del violador, o si hubo intimidación, o uso del poder, y lo traslada hacia la falta de consentimiento de la mujer que sufre una violación. ¿El acusado de violación se aseguró no del consentimiento de la mujer que denuncia haber sido violada? más que analizar la utilización de la fuerza ejercida sobre la victima de violación.
Brisa en 2010 llevó su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para obtener el fallo de la Corte IDH 13 años después; encabeza la fundación Brave Movement (Momentos valientes) donde han sido atendidos 2.200 niñas, niños y adolescentes víctimas de abuso sexual. Del relato que ella hace sobre el proceso judicial boliviano surge que una fiscal desde que hizo su primera denuncia la amenazó con encarcelarla. En otras oportunidades hubo jueces que se burlaron de ella cuando se emocionaba en sus testimonios, todo cual ameritó que en la sentencia se determina la existencia de una «segunda violación institucional» sufrida por la víctima.
Fotografía: Brisa De Angulo Losada, luchó durante 20 años en pos de justicia y obtuvo un cambio trascendental en Latinoamérica.
Fuente:  Hugo Machín Fajardo

Sobre el Autor

Joeel Gonzalez
Joeel Gonzalez
Redactor especializado en noticias cristianas e innovación. Exploro cómo la tecnología y la fe se entrelazan en nuestra sociedad. Actualmente trabajando en Oyehermano.com

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