FRASES BÍBLICAS PARA LÁPIDAS

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10 FRASES BÍBLICAS PARA LÁPIDAS



Una parte de la vida a pocos les atrae es la muerte. Una de las cosas que a muchos nos ha llamado la atención en los Cementerios son las lápidas y en específico, los escritos que suelen estar en las de hombres y mujeres que dedicaron su vida al Servicio de Dios.

A continuación, podrás leer unas frases de lápidas que seleccionamos para el presente artículo:

“Entonces Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera”. (Juan 11:25)

Pensar que antropológicamente hay evidencias de que Jesús efectivamente vivió en esta tierra; pero que al mismo tiempo sus huesos no están en la tumba y de hecho, jamás se encontraron; es una base fundamental que reafirma en los creyentes que Cristo resucitó, venció a la muerte y que para los que tenemos tan dichosa fe en Él también hallaremos resurrección y vida después de la presente. Sin duda, (Juan 11:25) es un versículo de la Biblia lleno de esperanza y convicción para todo aquel que así lo crea.

Textos bíblicos para lapidas

“Esta es la promesa que Él nos dio: la vida eterna”. (1 Juan 2:25)

Experimentar una vida en la que se compruebe cada una de las palabras de Dios para un ser humano, alimenta la fe en que también Él nos cumplirá dándonos una Vida Eterna. 

Cuando duermes y sueñas, tu cuerpo está de cierta forma inmóvil; pero aun así continúas sintiendo, pensando, llorando, viviendo… ¡Esto es otra prueba de que tu alma continuará viva aún después de la corporal muerte humana! 



“Yo sé que mi redentor vive, y que al final triunfará sobre la muerte.
Y, cuando mi piel haya sido destruida, todavía veré a Dios con mis propios ojos”. (Job 19:25-26)

Uno de los hombres más poderosos que ha existido y de los que aún se habla continuamente, sin dudas es Job. Más allá de que a muchos nos inspira guiarnos por personas que han tenido logros significativos en su vida (Como el escritor de dicho versículo). 

También pensar en Job refleja de manera subliminal que quien yace dentro de la tumba donde se encuentre la lápida que contenga esta frase tuvo por su parte una vida inspiradora y de propósito.

Difuntos: frases bíblicas para lápidas

“Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia”. 
(Filipenses 1:21)

Todo el que lea este versículo en una lápida, indudablemente meditará en estas palabras que en su tiempo escribió el Apóstol Pablo. Generalmente, es colocada para honrar la vida de algún hombre que sirvió a Dios y este mensaje deja un mensaje contundente: ¡La mejor forma de llevar la vida es sirviendo a Cristo!

“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. 
(Juan 3:16)

Para muchos, la médula espinal del evangelio (Buenas noticias) son estas palabras que escribió el Apóstol Juan. Leerlas en un funeral reconforta a todos los presentes porque les aviva la certeza de que quien ya no se encuentra en este plano terrenal, ahora está en un lugar mejor. 

De hecho, si hay algún  agnóstico o ateo en el lugar, uno de los pensamientos que pasa por la mente de personas con este pensamiento es: “No creo en eso, pero quien ya partió era feliz así y qué bueno se fue con esta esperanza” o en el caso del agnóstico: “Es posible que esto sea cierto; y de ser así, me reconforta que mi amigo ya descansó”. ¡Sin dudas, la esperanza de que quien partió se encuentra ahora mejor es un alivio al alma!

“Los que van por el camino recto mueren en paz; hallan reposo en su lecho de muerte”. (Isaías 57:2)


¿Dedicatorias para la lapida de mi padre?


Hay todo tipo de sepelios; más allá del tipo de fallecimiento que haya tenido la persona; en el funeral se sienten muchos tipos de energía:
En unos, puede percibirse la tristeza en los familiares y amistades cercanas, preocupaciones comunes referentes a los traslados y diligencias pertinentes a lo ocurrido, conversaciones recordando a la persona y el dolor profundo en general.

Pero en otros, se puede apreciar cierto tormento, perturbación en el lugar, intriga por saber en dónde estará el alma de la persona, pocas ganas en los presentes por permanecer allí y muchos otros elementos que dejan claramente en evidencia que en ese lugar donde reposa el cuerpo no hay paz.
¡Ambos ejemplos nos revelan pistas acerca de si la persona murió o no en paz!

Recuerda, que quien vivió en Cristo no pierde nada; pero quien decidió no creer, se puede estar perdiendo de la verdadera gran ganancia de la vida. ¿Tú qué crees?

Sobre el Autor

Joeel Gonzalez
Joeel Gonzalez
Redactor especializado en noticias cristianas e innovación. Exploro cómo la tecnología y la fe se entrelazan en nuestra sociedad. Actualmente trabajando en Oyehermano.com

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