MANTÉN CUENTAS CORTAS
La
tendencia humana es acumular y acumular resentimientos, rencores que pasaron
tiempo atrás. Traemos esos sentimientos desde nuestra niñez, juventud o
matrimonio. Cuántos de nosotros recordamos esa escena que duele como si nunca
hubiera sanado sino que está abierta provocándonos
dolor, porque nunca solucionamos el problema y cada vez que estás enojado o
enojada explotas como un volcán. Sabes estamos mal, necesitamos tratar cada
ofensa en ese mismo día. Hablar la verdad en amor y ser honesto.
tendencia humana es acumular y acumular resentimientos, rencores que pasaron
tiempo atrás. Traemos esos sentimientos desde nuestra niñez, juventud o
matrimonio. Cuántos de nosotros recordamos esa escena que duele como si nunca
hubiera sanado sino que está abierta provocándonos
dolor, porque nunca solucionamos el problema y cada vez que estás enojado o
enojada explotas como un volcán. Sabes estamos mal, necesitamos tratar cada
ofensa en ese mismo día. Hablar la verdad en amor y ser honesto.
Efesios 4: 26,27. “Airaos, pero no
pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo”.
La biblia no enseña que es malo todo enojo
Pero debe ser controlado, dominado para usar
esa energía que está hirviendo dentro de nosotros para solucionar los
problemas. Entonces se usa esa energía del enojo para buscar una solución que
agrada a Dios. La biblia al respecto nos enseña “Airaos pero no pequéis…” saber cuánto enojo, contra quien y contra
qué debo tener. El nivel y control de nuestro enojo debe depender solamente de
Dios, porque no se puede vivir para Él sin el poder del espíritu santo. En
estos días de Coronavirus donde el Señor
nos está enseñando a vivir a pesar de estar encerrados en medio de esta
cuarentena que nos absorbe, agota, estresa y hace sentir como un ave enjaulada.
esa energía que está hirviendo dentro de nosotros para solucionar los
problemas. Entonces se usa esa energía del enojo para buscar una solución que
agrada a Dios. La biblia al respecto nos enseña “Airaos pero no pequéis…” saber cuánto enojo, contra quien y contra
qué debo tener. El nivel y control de nuestro enojo debe depender solamente de
Dios, porque no se puede vivir para Él sin el poder del espíritu santo. En
estos días de Coronavirus donde el Señor
nos está enseñando a vivir a pesar de estar encerrados en medio de esta
cuarentena que nos absorbe, agota, estresa y hace sentir como un ave enjaulada.
¿Quién puede controlar su enojo?
Dios a través del espíritu santo nos da la
ayuda y victoria. Sin embargo, aquella persona que cree poder controlar todo
con su fuerza el Señor le enseñará muy pronto que no puede. La presión,
irritación y frustración harán inmediatamente su excelente trabajo pero, podemos
vivir bien con el poder del espíritu santo, humillándonos bajo su gracia y
decir “Señor fallé otra vez ayúdame a controlar mi espíritu, acabo de hablar
como un volcán derramando lava sobre mi esposa, hijos, hermano, madre, padre,
etc.”
ayuda y victoria. Sin embargo, aquella persona que cree poder controlar todo
con su fuerza el Señor le enseñará muy pronto que no puede. La presión,
irritación y frustración harán inmediatamente su excelente trabajo pero, podemos
vivir bien con el poder del espíritu santo, humillándonos bajo su gracia y
decir “Señor fallé otra vez ayúdame a controlar mi espíritu, acabo de hablar
como un volcán derramando lava sobre mi esposa, hijos, hermano, madre, padre,
etc.”
…no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo
Es decir, en ese mismo día
solucionamos el problema, no lo dejamos pasar. Por ejemplo cuando una pareja
recibe consejería escuchamos que él o ella mencionan cosas que han pasado no
hace un día ni la semana pasada sino hace tres meses, diez , veinte años o más ¿Cuántos
meses y años más esperarás a que estos problemas se solucionen? No permitamos
que llegue la oscuridad y “se ponga el
sol sobre nuestro enojo”. Si la ofensa sucedió en la noche la idea no es
esperar hasta el día siguiente para solucionarlo sino lo más pronto posible, antes de irnos a acostar y sea otro día, para no a dar lugar al diablo.
solucionamos el problema, no lo dejamos pasar. Por ejemplo cuando una pareja
recibe consejería escuchamos que él o ella mencionan cosas que han pasado no
hace un día ni la semana pasada sino hace tres meses, diez , veinte años o más ¿Cuántos
meses y años más esperarás a que estos problemas se solucionen? No permitamos
que llegue la oscuridad y “se ponga el
sol sobre nuestro enojo”. Si la ofensa sucedió en la noche la idea no es
esperar hasta el día siguiente para solucionarlo sino lo más pronto posible, antes de irnos a acostar y sea otro día, para no a dar lugar al diablo.
Mantener el dominio propio
Es de suma
importancia en la vida especialmente en el matrimonio, porque si la perdemos no vamos a ser de edificación a los demás, entonces solucionar los problemas en el mismo
día y buscar activamente la solución en amor es la clave. Los problemas no se
van a desaparecer ni evaporar. Pero al no querer solucionar los problemas perdemos
más; la persona ofendida, tú y el nombre del Señor sufren. Meditemos y Dios nos
ayude.
importancia en la vida especialmente en el matrimonio, porque si la perdemos no vamos a ser de edificación a los demás, entonces solucionar los problemas en el mismo
día y buscar activamente la solución en amor es la clave. Los problemas no se
van a desaparecer ni evaporar. Pero al no querer solucionar los problemas perdemos
más; la persona ofendida, tú y el nombre del Señor sufren. Meditemos y Dios nos
ayude.
Sobre el Autor
- Redactor especializado en noticias cristianas e innovación. Exploro cómo la tecnología y la fe se entrelazan en nuestra sociedad. Actualmente trabajando en Oyehermano.com
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